Punto de partida: Lisboa, torre de Belem
Como ocurre en España, en Portugal tampoco hay un único Camino de Santiago; sin embargo el Camino Central Portugués es el más seguido de todos ellos, con tres tramos muy diferenciados: Desde Lisboa a Porto apenas hay peregrinos, son muy pocos los albergues y la única señalización que encontraremos serán nuestras amigas las flechas amarillas. Desde Porto ya contamos con una red de albergues de peregrinos, comienzan a verse poco a poco más señales y más peregrinos. Desde Tui hasta Santiago es como los 100 últimos kilómetros del Camino Francés...
Merece la pena un primer día en Lisboa, para visitarla y disfrutarla con calma, y para descubrir sus hermosos rincones. La primera flecha amarilla la encontraremos en un costado de la catedral lisboeta; seguiremos las mismas atravesando la capital lusa por el popular barrio de La Alfama hacia el Parque das Naçioes y el imponente Ponte Vasco de Gama que atraviesa el río Tajo. Salimos de Lisboa hacia Sacavém y seguiremos las señales que nos indican los dos principales caminos de peregrinación lusa: flechas azules del Camino de Fátima y flechas amarillas del Camino de Santiago (ahora coincidentes). Avanzamos siempre en llano por caminos y carreteras que tratan de evitar las grandes carreteras que conducen a Lisboa y los núcleos urbanos de sus ciudades satélites, así pasaremos Alpriate, Alberca de Ribatejo, Alhandra y Vilafranca de Xira, ciudad a orillas del Tajo donde haremos la primera noche.
Como antes apuntaba, hasta poco antes de Porto, no hay albergues de peregrinos, por lo que hay que buscar hostales, pensiones... o pedir autorización a los Bombeiros Voluntarios (una mezcla de Bomberos y de Protección Civil) que suelen dejar parte de sus dependencias para dormir y ducharse.